Los montes Aquilianos y sus estribaciones representan la mayor área forestal del municipio de Ponferrada. De un total de 29.556 ha. que posee el municipio, un 44.16% es terreno forestal, concentrándose la mayor parte en esta zona que lo delimita por la parte Sur y Este. La zona presenta una orografía complicada, con picos que superan los 2.000m. como la Silla de la Yegua (2.135m), fuertes pendientes y profundos valles por los que discurren los afluentes de los ríos Oza y Ozuela, formadores del río Valdueza afluente del Sil y los ríos Bouzas, Compludo, Miera y otros, formadores del río Meruelo afluente del Boeza.
Las cumbres redondeadas de la Aquiana, Cabeza de la Yegua y Morredero, sede de enebrales rastreros y pastizales oromediterráneos, mantienen a pesar de las quemas de los pastores una flora rica en endemismos. A altitudes menores, por debajo de los 1.800 metros, abedules y robles por un lado y encinas por el otro, se reparten los sustratos pobres y ricos en bases, respectivamente. Las colonias de pechiazul, los bandos de perdiz pardilla y chova piquirroja y los rastros de lobo en sus movimientos por ambas vertientes, Cabrera y Bierzo, caracterizan estas zonas que enmarcan el sur de la hoya berciana. Las cabeceras de Montes de Valdueza, Peñalba de Santiago, Bouzas y Compludo, cuyos manantíos surten de agua a la ciudad de Ponferrada, suponen un espacio natural extraordinariamente diverso por el brusco gradiente altitudinal – del abedul a la viña y la higuera – y el tejido del bosque, matorral, praderas y cultivos surgidos de la cultura tradicional.
Los Montes Aquilianos están catalogados como Área Ornitológica Importante de España y como ZEPA (Zona de especial protección de aves Montes Aquilianos incluido en la Red Natura 2000). Directiva Habitats 92/43/CEE abarcando por el sur otros municipios. Destaca por su densidad de rapaces forestales y aves de medios rocosos, sin olvidar la comunidad de mamíferos en la que los carnívoros, roedores e insectívoros, junto a corzo, jabalí y liebre, dan un espectro faunístico muy diverso, disminuido no hace mucho tiempo con la desaparición del oso, lince y urogallo. Sus principales amenazas son los ya citados incendios forestales o quemas “controladas” y el desarrollo urbanístico.
El Valle del Silencio
Se trata de una zona incluida en el Inventario de Espacios Naturales del antiguo I.C.O.N.A (1977 – 1980) y considerada como Punto de Interés Biológico Internacional. El valle parte del término de Peñalba de Santiago y discurre ladera arriba a lo largo del conocido como Arroyo del Silencio hasta alcanzar cotas cercanas a los 2.000 metros en la zona conocida como el Nevero . Dicho arroyo es el que dan nombre al valle, y sobre él se encuentra la Cueva de San Genadio. La combinación de sustratos ricos y pobres en bases que se da en este valle, junto con la diferencia altitudinal, ofrecen un conjunto de comunidades vegetales muy diversas, además de reliquias como los ejemplares de encina, que parecen colgadas de los crestones calizos, y especies vegetales de óptimo atlántico que sobreviven a la climatología actual eminentemente mediterránea. Este es el caso de Dabra cantabricae subsp. izcoi y otros endemismos bercianos: Leontodon farinosus, Campanula arbatica subsp. adsurgens. Así mismo, podemos encontrar zonas de melojo, castaño o de bosque ripario formado por chopos, alisos y fresnos. Además de los incendios que se producen en la zona, hay que señalar que la zona también puede considerarse amenazada por la cada vez más frecuente presencia del hombre de ciudad, que se ve atraído a la zona por la belleza del paisaje, la riqueza monumental y la leyenda conservada a través de los siglos. Por la zona discurre la conocida como Senda de los Monjes que, partiendo de Santo Tomás de las Ollas, atraviesa gran parte del municipio para llegar a Peñalba de Santiago, y el Sendero Circular de la Tebaida Berciana, con punto de origen y llegada en Montes de Valdueza .
Especies significativas
Aguilucho Pálido: Área de nidificación habitual con una población reproductora estimada en 8-10 parejas durante el 2002. Esta población tiene importancia internacional. La especie también está presente en invierno y durante los pasos migratorios.
Aguilucho Cenizo: Área de nidificación habitual con una población reproductora estimada en 8-10 parejas durante el 2002, por lo que la población tiene importancia internacional.
Águila Real: Área tradicional de reproducción de la especie (tres parejas nidificantes en el año 2000), observándose también la presencia de ejemplares inmaduros y adultos procedentes de territorios cercanos, que visitan la zona para alimentarse.
Halcón peregrino: Los Montes Aquilanos son un área de cría importante para esta especie con una población estimada en 18 parejas en el 2002. Enclave con importancia regional e internacional.
Perdiz Pardilla Ibérica: Población estimada en la zona de 67 parejas. En los últimos diez años la especie ha sufrido una fuerte regresión en la zona, al igual que ha sucedido en el resto de su área de distribución en la comunidad, por lo que seguramente sus efectivos reproductores hayan padecido un descenso acusado.
Otras especies Además, en la ZEPA de los Montes Aquilanos se ha observado la presencia ocasional de ejemplares divagantes de Alimoche (Neophron percnopterus) y Buitre Leonado (Gyps fulvus). Además, el Águila Azor-Perdicera (Hieraaetus fasciatus) nidificó en la zona en el pasado, desapareciendo como reproductora en los últimos años, aunque con registros ocasionales de algún ejemplar. El Cernícalo Primilla (Falco naumanni), es un visitante numeroso aunque irregular, detectado principalmente después del período reproductor, cuando acude para alimentarse en los pastizales montanos. Buho Real (Bubo bubo), el Vencejo Real (Apus melba), el Roquero Rojo (Monticola saxatilis), el Pechiazul (Luscinia svecica) o la Chova Piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Asociadas a las masas forestales existentes destaca la presencia de la Culebrera Europea (Circaetus gallicus), el Águililla Calzada (Hieratus pennatus), el Abejero Europeo (Pernis apivorus) o el Cárabo Común (Strix aluco).
Fuente: www.ponferradasostenible.org